Anteriormente, hablamos sobre la diferencia entre el pulido y abrillantado. Ambas eran técnicas similares, siendo esta primera la más completa, dónde el objetivo final era devolverle el brillo a nuestro suelo.
Hoy vamos compartir con vosotros una serie de consejos a tener en cuenta cuando se vaya a realizar un abrillantado.
Como empresa especializada, recomendamos dejar en manos de profesionales la realización de estos trabajos. Usar la maquinaria, tratamientos y productos adecuados es fundamental a la hora de realizar el abrillantado.
Debemos limpiar el suelo antes del abrillantado
Sabemos que este paso puede resultar obvio, sin embargo, consideramos necesario “advertirlo”.
Retirar la suciedad y el polvo, paso previo a la realización del abrillantado es requisito obligatorio. Además, también hay que tener en cuenta que si nuestro suelo está excesivamente dañado, esta técnica no hará que luzca 100% como nuevo, para ello, deberíamos realizar un pulido.
Por otro lado, durante todo el proceso, es importante utilizar productos adecuados según el tipo de suelo. Por ejemplo, el uso de ácidos en mármoles o terrazo dañará considerablemente la superficie.
¿Qué tipo de suelo vamos a abrillantar?
Identificar la clase de suelo a la que nos enfrentamos es el primer paso. La forma de aplicar y/o realizar esta técnica va a depender en gran medida de la superficie.
Será clave para cuidarlo de una forma u otra. Así, se debe considerar que existen:
- Mármoles o terrazo. Suelo robusto y delicado a la vez, recomendamos aplicar ceras como técnica de abrillantado.
- Granito. Este suelo es muy delicado, debemos realizarlo de manera muy suave. Es óptimo utilizar un cristalizador.
- Porcelana y gres. A diferencia de las dos superficies anteriores, no necesita abrillantado, sin embargo, esto no implica que no necesite un mantenimiento adecuado.
¿Necesitas un abrillantado para tu comunidad, negocio o vivienda? ¡Hablemos! En Genser estamos deseando ayudarte.
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