Realizar la tarea de limpieza en una comunidad de propietarios va más allá de mantener limpios y en orden los portales, las escaleras y los descansillos de los mismos. Existen otras muchas funciones de las que se puede encargar el responsable o conserje de esta limpieza en las áreas comunes.
La limpieza de la comunidad se contempla en el artículo 9 de la Ley de Propiedad Horizontal y tiene un carácter imperativo para los propietarios. Establece que se fije en función de la obligatoriedad de mantener en perfecto estado los bienes y servicios comunes de la comunidad de vecinos. Pueden acordar que sea el propio conserje de la finca o contratar una empresa externa. Enumeremos la limpieza de qué áreas puede llegar a controlar:
- Patios interiores,
- parking comunitario,
- ascensor/es y montacargas,
- barandillas,
- porches y zonas de acceso,
- zonas comunes en sótanos y trasteros,
- tejados y azoteas,
- y de hasta la fachada y algunas terrazas y/o salientes.
Pero además de estas funciones… en el caso del conserje de la comunidad, este también revisa que la propaganda de los buzones esté en orden, puede realizar un mantenimiento de los jardines y zonas vegetales si existen, y atender a las peticiones de los vecinos dentro de sus posibilidades.
Todo dependerá del acuerdo al que llegue la comunidad: desde el mantenimiento más básico diario hasta el más completo y los repasos periódicos que han de realizarse.
Como ves, es más complicado de lo que en un principio podemos pensar y aunque pueda parecer una nimiedad, no es así.
No podemos dejar en manos de cualquiera la limpieza de las zonas comunes de nuestra vivienda. Si no confiamos en profesionales lo barato sale caro.
Desde Genser proporcionamos dicho servicio para que tu comunidad pueda estar tranquila.
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