La limpieza de oficinas va mucho más allá del simple acto de recoger y dejar aparente el espacio que deseamos limpiar. La oficina refleja la identidad de una empresa, de ahí que sea primordial mantener su orden y apariencia. Ya lo dice el dicho: «bien está lo que bien parece».
El cuidado y mantenimiento de una oficina no debe centrarse exclusivamente en la imagen que queremos mostrar al exterior, sino también en la comodidad y productividad de los empleados. Un espacio limpio y ordenado motiva, acoge y fomenta un clima más agradable donde trabajar cómodamente y no sufrir estrés.
Pero ¿cómo llevamos el proceso de limpieza de manera eficaz y satisfactoria? ¿Por dónde empezamos? Presta atención a los cinco pasos del proceso:
- Ordena el espacio: parece lógico pero hay quienes lo obvian. Al final es como empezar la casa por el tejado. El acto de ordenar ya es en sí el de limpiar.
- Limpia los muebles.
- Limpia los dispositivos.
- Limpia las paredes: las grandes olvidadas. La regularidad de este paso dependerá del tiempo destinado a la limpieza y el presupuesto.
- Limpia el suelo: es el cierre del proceso y no por eso menos importante. Hay que prestar especial atención a su cuidado para no causar accidentes innecesarios.
Recuerda que para una limpieza adecuada deben usarse productos de calidad y, por supuesto, respetuosos con el medio ambiente. Si se va a realizar de manera más concienzuda y en profundidad es vital acordarlo con el centro y avisar al personal con antelación para causar las menores molestias posibles.
En GENSER somos especialistas en este tipo de servicio, nuestra experiencia y calidad nos avala. ¿Te gustaría saber más?
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