Hace algunos meses os compartíamos 4 falsos mitos de limpieza más extendidos de lo que probablemente imaginamos. Y como suele ocurrir en las temporadas de primavera–verano, con el buen tiempo apetecen más las limpiezas profundas y/o generales en la vivienda. Por eso hoy queremos indagar sobre otras nuevas leyendas urbanas que en ocasiones llegamos a creer como ciertas.
Nutrirse de la cultura popular puede ser muy enriquecedor, pero siempre es recomendable contrastar toda la información que nos llega por esta vía para no incurrir en errores y tener un entorno más saludable y ¡por supuesto! Limpio.
No es necesario limpiar el lavavajillas y la lavadora
¿Cuántas veces no hemos escuchado esta afirmación? Las máquinas de lavado no se limpian solas por más que estén en contacto directo y sistemático con productos de higiene como el jabón en sus distintos formatos. Por el contrario, tanto el lavavajillas como la lavadora son un entorno favorable para la aparición de bacterias y hongos por toda la humedad que acumulan.
El vinagre funciona para todo
Si bien posee múltiples usos como agente limpiador, hay que recordar que se trata de un ácido por lo que debe emplearse con cautela en tanto podría ocasionar manchas importantes. Muchos fabricantes de pisos advierten que puede resultar nocivo para, por ejemplo, suelos de madera. Tampoco es recomendable su empleo para la higienización de superficies de cocina, limpieza de cuchillos ni de pantallas electrónicas.
Las paredes no se limpian
Aunque probablemente sean las eternas olvidadas en la limpieza, también acumulan polvo. Mínimamente debemos limpiar las paredes una vez al año.
Emplear guantes es lo más higiénico
Quizás este es sea el más cierto de entre todos los mitos. Sin embargo, si no los lavas con sistematicidad y de forma adecuada, dejándolos secar completamente, pueden ser una fuente de bacterias.
Próximamente os desmentiremos nuevos mitos de limpieza, siempre de a cuatro para no perder la costumbre y porque entendemos que cambiar hábitos, por pequeños que sean, puede tornarse complicado; pero si se trata de mejorar el espacio en el que convives y por ende, tu bienestar, definitivamente merece la pena.
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