Ya nos hemos habituado a las mascarillas, a ponérnoslas cuando salimos al exterior por seguridad, por precaución. Pero ¿sabemos diferenciarlas? y sobre todo ¿cómo manipularlas?
Existen diversos modelos de mascarillas, ordenadas de menor a mayor protección:
- Higiénicas;
- Quirúrgicas: sólo filtran el aire que se expulsa al respirar, toser o estornudar. Adecuadas para evitar contagiar pero no para no contagiarse;
- EPI (Equipos de Protección Individual): para proteger de aquello que se encuentra en el aire. Tipos:
- FFP1: filtran al 78% las partículas;
- FFP2: filtran hasta el 92%;
- FFP3: llegan al 98% de las mismas.
*FF= pieza Facial Filtrante.
P= protección contra las Partículas.
1, 2 ó 3 referentes al grado de eficacia de filtración (débil, medio o alto).
Pueden ir acompañadas de S/SL (Sólido o Sólido y Líquido).
Los dos últimos modelos mencionados son los más recomendables frente al coronavirus para el personal sanitario y profesionales de emergencias, ya que evitan contagiar y contagiarse.
La vida útil de cada mascarilla, y si son susceptibles de ser lavadas, viene indicado en el etiquetado de las mismas. Si quieres saber más te dejamos este útil artículo.
¿Y cómo debemos manipularlas?
- Lávate las manos
- Sujeta la mascarilla con la palma de la mano en su parte exterior para poder pegar la coquilla en la cara.
- Con la otra mano, pasa los elásticos detrás de la cabeza hasta el cuello.
- Mientras sujetas la coquilla cuidadosamente, con la otra mano ajusta el plástico inferior al cuello y el elástico superior en la parte del cráneo, ambas manos quedan una frente a otra alineadas.
Cuando ya no la necesites, recuerda que debes depositarla en el contenedor indicado así como lavarte las manos correctamente.
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