Año tras año, llega el momento de poner nuestros hogares a punto en las épocas de más frío. Y es indiscutible, que una buena chimenea de leña, es nuestro gran aliado, además de dar a nuestro hogar un aspecto cálido y confortable. Chimenea limpia para sacarle el máximo partido.
Eso sí, al igual que preparamos nuestros hogares, las chimeneas también requieren de una puesta en marcha. Limpiarlas es muy importante y nada complicado, porque de ello dependerá que la combustión y la salida de humos sean seguros y se realicen de forma correcta.
Protege bien el espacio
Tapa con telas, papel, plástico o el material que quieras emplear para cubrir la superficie de alrededor de la chimenea. Además, ponte ropa que se pueda manchar y estropear. Es muy importante ya que evitaras ensuciar todo.
Retira los restos
Quita las cenizas, leña o cualquier resto/desechable que pueda quedar. Os aconsejamos utilizar leña seca como combustible, ya que genera menos humo que la húmeda u otros materiales.
Deshollina la chimenea
¿Qué quiere decir? Que ha llegado el paso más importante del proceso. Consiste en limpiar a fondo las paredes y el tubo extractor de la chimenea para eliminar el hollín (carbón, o combustión acumulada). Para ello necesitarás un cepillo de púas o cerdas metálicas. Limpiándola así, no rascarás las paredes y evitarás que el tubo se obstruya.
Sigue con la limpieza
Una vez hayas limpiado con el cepillo metálico, completa la tarea de limpiar las paredes interiores, la base y el techo de la chimenea. Podrás hacerlo con un cepillo de púas o cerdas fuertes, pero que no sean metálicas.
Retira todo el polvo acumulado
Utiliza un aspirador para retirar todo el polvo producido con la limpieza profunda interior y aprovecha para rematar todos los rincones y juntas donde se acumula más la suciedad.
Pasamos a los productos de limpieza
En este punto donde ya hemos quitado todos los restos principales, limpia toda tu chimenea con productos específicos de limpieza para esta tarea. Remata dejándola impoluta tanto por dentro como por fuera y, ¡Listo!
Para finalizar te recomendamos que, si utilizas la chimenea a diario, recuerda limpiarla al menos una vez a la semana.
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